POLYGLOT CLUB

Para mí siempre fue interesante el hecho de ser bilingue.  A los ocho años empecé a leer las primeras palabras en un libro y reconocí que dentro de mí existía el latino corazón - de esta y de otras experiencias de vida y mundo.
En mi niñez he tenido una cuñada guarani-paraguaya con quién he compartido algunos de estos bonitos recuerdos de las primeras veces con un grupo de jóvenes.

Entender el mundo con idiomas distintos, ser contra las fronteras, viajar a vivir y sentir los lugares, su territorio, su cultura, fue un llamado de mi alma a los diecinueve años de dad.
Cerca de la facultad de turismo había algunas opciones como las clases de inglés que tomé de modo intensivo en el CEVAM, de lunes a viernes, las clases de la ULA, donde estudiaba Italiano y Alemán, y las clases de Francés, que tomaba de forma personal con el amigo y profesor Jose Parada.
(compartimos muchos sábados de salsa y pasta, entre portugues y frances .. soy muy feliz por estas memorias y por la manera como ha recibido a mi madre en la facultad cuando nos estuvo visitando)

Los años vividos en Venezuela eran llenos de miscigenación y mezclas.  Pronto conocí a un grupo de personas poliglotas que se reunian a cada semana, el el jardín botánico, o en los bares de la ciudad para prácticas idiomáticas gratuitas con nativos y extranjeros, utilizando de la herramienta juego como punto de partida principal. La regla era no hablar en su idioma nativo, apenas en lenguas no maternas.
Siempre jugábamos mimica, cartas, dominó, stop, y juegos tipicamente venezolanos más que todo en inglés.

Encontrar estas fotos fue como volver a este tiempo-lugar. Con Daniel, Yamile, Martin, Lorena, Manuel, Sergey y su amigo de Russia. En tiempos de arepas, acampadas, soleras, y ron blanco.
Creo que lo que aprendí con esta calidad de humanos seguirá conmigo por toda la vida.

Cada día tengo que bucear dentro de mi misma por algunos minutos. Recordar que estoy haciendo aqui. Tomar aire. Dejar "la que sabe" arreglar lo que pueda, poco a poco. Dejar a que me cuiden por un largo rato.

Si yo pudiera dejar algo como consejo - y si que lo puedo - es que vivan sus vidas respetando a todas las formas y posibilidades de vida, sin arrepentirse de nada. Que todas las decisiones sean tomadas a partir del corazón y recordando la magica experiencia del lanzarse a la vida en sua máxima potencia.


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